Úlceras por presión FACTORES DE RIESGO Y PREVENCIÓN

¿Qué es una úlcera por presión (úlcera de decúbito)?             

Una úlcera por presión consiste en una lesión de la piel o del tejido que se produce cuando disminuye la circulación de la sangre debido a la presión en una región específica.

Inicialmente se puede notar un ligero enrojecimiento en la zona afectada (el primer signo de daño tisular). El tejido por debajo de esta zona muere debido a un aporte insuficiente de sangre. Pueden estar afectadas varias capas de piel, músculos y huesos. 

Todos los pacientes, los que están inmóviles por una enfermedad crónica o durante el periodo postoperatorio, están expuestos a un alto riesgo de desarrollar úlceras por presión.

En el programa de cuidados del paciente durante su hospitalización así como en su domicilio, el paciente y su familia deben estar informados sobre los factores de riesgo y las medidas preventivas que deben tomar para evitar úlceras por presión. 

Si ya se ha formado una úlcera por presión, es necesaria la gestión de la herida junto con la aplicación de apósitos de cura avanzada y dispositivos de descarga de la presión. 

Factores de riesgo: 

La causa más importante del daño tisular que lleva a úlceras por presión es la presión constante sobre los tejidos. El daño tisular es proporcional a la intensidad de la presión y la duración de la compresión capilar.

Otros factores que contribuyen al riesgo de desarrollar úlceras por presión:

  • Envejecimiento
  • Tabaquismo
  • Estado de la piel: elasticidad, edema, sequedad
  • Hipoxia tisular causada por la enfermedad subyacente
  • Anomalías nutricionales (tener exceso o falta de peso)
  • Anomalía inmunológicas
  • Trastornos neurológicos
  • Nivel de consciencia alterado
  • Incontinencia
  • Medicaciones
  • Movilidad reducida, causada por dolor, cansancio o estrés
  • Higiene deficiente
  • Falta de conocimiento de los posibles daños

Medidas preventivas:

Cambio de posición del paciente: 

Una de las medidas más simples y efectivas es cambiar la posición del paciente con frecuencia.

  • Si el paciente es incapaz de cambiarse él mismo de posición, los cuidadores y profesionales sanitarios deben ayudarle.
  • Las personas que están confinadas en cama necesitan cambiar de posición al menos una vez cada 2 horas.
  • La persona en silla de ruedas debe cambiar de posición al menos cada 15 a 30 minutos.

Si ya se ha formado una úlcera por presión, es importante evitar más presión sobre ella, ya sea reposicionando regularmente o usando dispositivos de descarga de la presión. Esto dará a la herida la mejor oportunidad de cicatrizar.

Siga una dieta sana y equilibrada:

Una dieta sana y equilibrada con una cantidad adecuada de proteínas, vitaminas y minerales ayuda a prevenir daños cutáneos, y ayudará a cicatrizar las heridas con mayor rapidez. Si es necesario, debe derivarse al paciente a un dietista que le preparará un plan dietético para él.

Cuide de la piel:

Es importante inspeccionar diariamente las zonas de la piel en riesgo. Puede usar un espejo para examinar las partes del cuerpo difíciles de ver, como las nalgas y los talones. Si percibe algún cambio, decoloración de la piel (enrojecimiento permanente, color pardo), debe ponerse en contacto con su profesional sanitario, médico de cabecera o enfermera asistencial si está en casa o una de sus enfermeras si está en el hospital o en una clínica. 

Piel en riesgo:

La decoloración de la piel puede indicar una úlcera por presión de grado 1, que debe tratarse correctamente antes de que se produzcan daños cutáneos, que puede ser dolorosa y que a menudo tarda mucho en cicatrizar. 

La piel de los pacientes de edad avanzada es a menudo seca y frágil. Junto con la higiene adecuada, pueden aplicarse por vía tópica productos que contengan ácidos grasos esenciales, especialmente en zonas de riesgo como talones, nalgas y codos (ver zonas de riesgo en la ilustración).