El gen del inventor - un retrato de la desarrolladora de productos Sarah Jacobskötter
Altos vuelos de los inventores, visiones realistas y pruebas de paciencia.
Si existe una mezcla genética perfecta para desarrollar nuevos productos para B. Braun, probablemente Sarah Jacobskötter la tenga: su madre es médico y su padre, ingeniero mecánico. "Sospecho que un psicólogo podría extraer unas cuantas conclusiones de esto," dice la joven de 31 años y, si se pudiera oír el sonido de un parpadeo, en este caso sería, sin duda, inconfundible.
Venga de donde venga su interés por la tecnología médica, ya sea por su mezcla genética o por su condicionamiento psicológico, una cosa está clara: Sarah Jacobskötter adora experimentar. Siempre quiso entender cómo funcionan las cosas y, si no lo hacen, hacerlas funcionar.
«Bueno de tener» y «Necesario de tener»
¿Podría haberse decantado también por el desarrollo de productos tecnológicos para lavadoras, aviación o televisión?
"Claro, esas tecnologías son también muy interesantes," dice, pensando en ello por un momento. Continúa con un tono más serio: "Pero es una cuestión diferente cuando se trata de trabajar con productos «buenos de tener» o «necesarios de tener»: Los productos de B. Braun ayudan a personas a mantenerse sanas o incluso a sobrevivir, y contribuir a ello me produce una sensación de plenitud."
Trabaja como ingeniera industrial en el departamento de desarrollo de B. Braun desde agosto de 2013. Como directora de Investigación + Desarrollo es responsable del desarrollo de una serie de productos para bombas de infusión. Concretamente trabaja en líneas de infusión para las bombas que funcionan con un set i.v., que incluye una cámara de goteo y una pinza de rueda para administrar líquidos al paciente de forma segura y continua.
La rutina diaria de Sarah Jacobskötter se caracteriza por reuniones y una estrecha coordinación de proyectos con sus colegas: se inspeccionan y miden las piezas individuales, se comentan las siguientes etapas y con mucha frecuencia se ofrecen los prototipos directamente a los usuarios. Esta es la razón por la que B. Braun colabora estrechamente con los hospitales en los que médicos y personal de enfermería prueban los productos. "En ocasiones lo filmamos y después lo evaluamos: ¿Dónde dudó el usuario? ¿Cuánto duró? ¿Cómo se sintió el usuario con ello?"
A veces crea una solución simple
Esta visión realista ayuda al equipo a alcanzar un resultado ideal mientras se comunica con el usuario y, sobre todo, a aumentar la seguridad.
"Hacer partícipe al usuario a veces nos permite permanecer con los pies en la tierra cuando damos alas a nuestra imaginación inventiva", dice ella. Ha vuelto su parpadeo audible. "Como ingenieros, tenemos definitivamente una veta perfeccionista, aunque a veces la solución sencilla funciona igual de bien."
Investigación y desarrollo se llevan a cabo en las instalaciones corporativas de Melsungen: "Además de las oficinas, también disponemos de laboratorios de investigación, fabricación de herramientas y el centro tecnológico directamente en el lugar. Las cortas distancias entre los departamentos son extremadamente útiles para colaborar con los colegas." Y, cuando se trata de desarrollar soluciones específicas de un país para mercados como el de EE. UU. o Brasil, Sarah Jacobskötter hace las maletas y trabaja directa y conjuntamente con los equipos locales.
Admito que tengo un trabajo ideal
"Sí, lo admito, tengo un trabajo ideal," dice Sarah Jacobskötter. Incluso así, ella no está exenta de periodos difíciles o menos productividad. Su mayor desafío: "¡Paciencia! Soy una persona que necesita sentir que está logrando algo. Probablemente ese sea el motivo por el que me encanta ir en bicicleta y correr. El desarrollo de productos es un camino largo, aunque no exento a veces de contratiempos y retrasos. De vez en cuando realmente pone a prueba mis limitaciones."
Sin embargo, al final ese es justo el precio de la calidad. Las constantes pruebas de paciencia merecen la pena, dada la importancia que tiene la calidad para B. Braun. Y por trabajar con un gran equipo. Aunque incluso esto no siempre fue una experiencia motivadora.
Nivel de frustración y modo "Dedo acusador"
Sarah Jacobskötter se sitúa entre dos equipos de especialistas: uno es responsable del sistema de bombas y el otro del sistema de tubos. Ambos sistemas tienen que estar conectados entre sí de modo perfecto. "Cuando algo no funciona, se tiende a pasar al modo "dedo acusador". Los responsables de la bombas piensan que es un error del equipo del set i.v. y viceversa."
Se tardó un poco en escapar de esta respuesta automática: "Pienso que ambos equipos llegaron en cierto momento a la misma conclusión: hay que cambiar algo. Ahora ya no nos preocupa de dónde viene el problema, sino que nos centramos en resolver la situación entre todos. Es más divertido y se logran mejores resultados. Y ahora celebramos el éxito juntos."
Echando la vista atrás, ella tiene claro que: "No sólo hemos crecido gracias a nuestras dificultades, sino que también hemos crecido juntos como equipo. Sharing Expertise, ciertamente." Y aparece de nuevo: el parpadeo audible.
La transición a una "zona libre de trabajo," como ella describe el inicio de su baja por maternidad hace unas cuantas semanas, no le resultó fácil. "Estoy muy contenta de que nazca pronto nuestro bebé, ya que como dije: la paciencia no es realmente mi fuerte."
Está por ver la mezcla genética que ella y su marido, médico de profesión, pongan en el ADN de su hijo. Aunque probablemente no sorprenderá a nadie un cierto gen inventor y una predilección por la tecnología médica.