El hombre, el perro y el mar
¿Qué es lo que más le gusta a Marco Rossato? El mar. En ningún otro sitio es tan feliz como en su velero.
Y es allí donde pasa cada minuto de su tiempo libre. Hasta que un día todo cambió: tras un grave accidente de moto, la parte inferior de su cuerpo quedó paralizada. Casi nadie pensaba que volvería a manejar un velero; casi nadie, excepto el propio Marco. Este verano ha navegado alrededor de la península itálica acompañado de su mejor amigo, el perro Muttley.
Es 22 de septiembre, un día brillante y soleado en el litoral de Liguria. Tras cinco meses en mar abierto, acompañado de silencio, tormentas y noches estrelladas, la costa de Génova apareció frente a Marco. Brumosa y azul al principio, pero cada vez más clara. Las montañas, los colores y el puerto. Miles de personas esperando. Gritos de bienvenida, carteles de «Benvenuti a casa» (Bienvenidos a casa), abrazos y lágrimas de alegría. Todos están ahí: amigos, familia, compañeros y representantes de los medios de comunicación. «En ese momento, sentí muchas cosas a la vez: una mezcla de agotamiento, desconcierto y alegría; fue increíble», declara Marco. Lo había conseguido de verdad. Muttley y él no solo desafiaron al viento y al clima durante cinco meses seguidos; también se enfrentaron a un calendario repleto de paradas en 80 puertos y a todo tipo de bombo mediático.
„Muttley y yo somos inseparables. Es el mejor compañero a bordo.“
«Muttley es como yo, se siente en casa en el mar. Lo recogí del refugio de animales hace cuatro años y, desde entonces, hemos sido inseparables. Es el mejor compañero a bordo». El viaje en velero alrededor de la península itálica es el primero de los tres recorridos del proyecto TRI Sail4All de Marco, que se extiende en un periodo de tres años. Además de dos importantes recorridos en velero, el proyecto abarca numerosas actividades y campañas. «Nuestro objetivo es mejorar la vida de las personas con discapacidad mediante la navegación y concienciar al público sobre la necesidad de que los puertos sean accesibles. Conseguir que B. Braun fuera uno de los patrocinadores principales fue lo mejor que podía haberme pasado», afirma Marco.
Pero ¿cómo se le ocurre a alguien navegar alrededor de toda Italia? «Al principio, el plan no era ese», reconoce Marco, entre risas. Todo empezó hace 20 años, cuando navegaba por el Atlántico, cerca de la costa cubana. «No sé por qué, pero de repente se me ocurrió la idea de navegar yo solo de Cuba a Italia». Tenía muy claro que cruzar el Atlántico solo en velero era todo un desafío. «Sin embargo, los que me conocen saben que es muy difícil detenerme una vez que he puesto la mira en algo», sonríe Marco. Durante tres años, se estuvo preparando para esa travesía transatlántica... hasta que ocurrió el accidente de moto. Cuando despertó en el hospital, no se imaginaba que nunca más podría volver a usar las piernas.
„No es verdad que la vida de alguien se acabe tras un accidente grave. De hecho, empieza una nueva vida.“
«Cuando pasa algo así, muchas personas dicen que su vida se ha acabado. Tal vez eso es lo que se siente, pero no es verdad», apunta Marco. «De hecho, empieza una nueva vida, como los bebés, que al principio están indefensos y tienen que aprenderlo todo de cero. Se tardan años». Incluso Marco necesitó algunos años para dominar su nueva vida poco a poco. En aquel entonces, creía que volver a navegar estaba completamente fuera de su alcance, y no digamos ya su sueño de cruzar el Atlántico. Pero solo hasta su 40 cumpleaños: «Estaba sentado con un par de amigos hablando de los sueños que solíamos tener y de repente lo vi claro: ¡ahora o nunca!».
Desde entonces, hizo todo lo posible por hacer realidad su sueño. «Mis amigos y mi familia nunca dejaron de creer en mí», dice Marco. Navegar alrededor de la península itálica sería su primer gran hito. «Claro que me pregunté a mí mismo si podría dejar atrás la comodidad de la vida en tierra durante cinco meses, y también me imponían respeto los desafíos náuticos. Pero ¿qué clase de personas seríamos si no asumiéramos riesgos?».
„La navegación fue durísima y no tenía ni idea de si saldríamos de allí enteros.“
Marco se arriesgó mucho, ya que el recorrido en velero alrededor de la península no solo le llevó por aguas mansas. Por ejemplo, está el tristemente célebre estrecho de Otranto, entre Italia y Albania, donde el mistral puede ser muy tormentoso. O el golfo de Esquilache, que ya en la Antigüedad era conocido como un cementerio de barcos. «Pero tuve suerte. Me las ingenié bastante bien en todas partes, hasta el día en que las cosas se pusieron un poco arriesgadas».
Se encontraba navegando por la costa de Apulia cuando, de pronto, se levantó una tormenta sin previo aviso. El barco se sacudía entre fuertes ráfagas y enormes olas que golpeaban con toda su fuerza. «La navegación fue durísima y no tenía ni idea de si saldríamos de allí enteros. Lo peor fue Muttley, que me miraba todo el tiempo con una expresión de angustia extrema. Cuando por fin pude llevar el barco a un lugar seguro y echar el ancla para pasar la noche, habíamos dejado atrás 13 horas de infierno».
Pero ¿se replanteó su proyecto en momentos como esos? «¡Nunca! Tirar la toalla no forma parte de mi vocabulario». También hubo muchos momentos mágicos en el mar: «Días en los que todo encajaba a la perfección: el viento, las olas y el clima. Un mar y un cielo con colores indescriptibles, como una pintura. Todas mis preocupaciones se desvanecían y solo quedaba una profunda paz».
Pero, por mucho que Marco disfrute de la tranquilidad, no se queda mucho tiempo quieto. Si no está entrenando o haciendo un largo viaje en velero, se le puede encontrar en clínicas y centros de rehabilitación. «Quiero transmitir esperanza a la gente. Quiero mostrarles lo bonita que es la vida, incluso después de un accidente que lo cambia todo». El trabajo en los colegios le resulta especialmente divertido: «Los niños son maravillosos. No tienen la mente llena de estereotipos ni barreras. Me ven como una persona normal que tiene que lidiar con un par de limitaciones, pero que hace lo que más le gusta en el mundo. Entienden que los sueños no son fantasías, sino algo que podemos y debemos hacer realidad».
En primavera, Marco iniciará el segundo recorrido de su proyecto TRI Sail4All. Esta vez irá como regata: actualmente, está reuniendo a una tripulación de 140 marineros, todos con discapacidades. El tercer recorrido está planeado para 2020 y seguirá los pasos de Odiseo por el mar Mediterráneo. ¿Y qué hay de atravesar el Atlántico? «Lo haré cuando me sienta preparado. Calculo que será en 2021. Cuando sea el momento, lo sabré». Aquellos que conocen a Marco saben que no se le puede detener cuando ha puesto la mira en algo.
Marco Rossato es el fundador de SailAbility, una comunidad internacional con miembros de 24 países. Desde 2018, es el presidente de Hansa Class, una disciplina de vela paralímpica. Su recorrido en velero por Italia formó parte del proyecto TRI Sail4All. B. Braun es el patrocinador principal.
Por Christin Bernhardt